domingo, 8 de noviembre de 2009

Contigo, quiero.

Quiero contigo
un paisaje en acuarelas,
ver el día, irse en un ocaso
y reincidir en amaneceres.

Quiero
vivir instantes,
eternizar palabras,
diluir distancias.

Contigo
canciones en el aire,
emociones en la piel,
mi mente en tus pensamientos.

Quiero contigo,
estero y aridez,
la luna de frente y de espaldas,
toda la sensatez y la locura
–en una misma vez-.

30/10/09

Cuelga la Luna...



Cuelga la Luna de un verso.
Suicida,
romántica.
Te espía en otra cama –sin ausencias-.

La noche salpicada de ladridos,
un difuso sonido radial,
grillos,
mis palabras rehenes del silencio –son letras-.

Por tu espalda, resbala la Luna una mirada,
atrevida,
de reojo,
simulando distracción.

El vicio se abre paso entre sílabas
-y te pienso-.
Párpados al caer.
Noche sin dueño –me habita-.

A tientas te toca, con su luz, la Luna.
Cómplices,
disfruto.
Como si mis manos fueran, en su haz, el tacto.

15 de Octubre de 2009

lunes, 12 de octubre de 2009

En sueños


Te soñé
y despertando olvidé
que tan verdes son tus ojos,
la altura de tus hombros,
tu cabello en boinas.
Olvidé lo que hicimos
y dejamos de hacer
(en sueños)
si nos bañaba el sol,
nos cubría la luna
o nos ocultaba la oscuridad.
Te soñé las manos,
la piel y su química,
la voz y la respiración.
Te tuve tan cerca
(al punto de desfallecer).
Te tuve
(en sueños).
Y tras un parpadear
me dejaste sin detalles
y con tu olvido.
Luego
todo se hizo ausencia
y esa impresión
–rodeándome-
erizándome la piel,
extraña sensación
de haberte sentido
(en sueños...)

12/10/09

Cariño


Un cariño se me escapa
(de control)
y te busca,
y va hacia vos.
Cariño áspero,
que el viento norte evapora
en cada siesta de sol.
Frágil de distancia
(mi cariño)
quebradizo,
elástico
Cariño zigzagueante
furtivo, suspicaz.
Mi cariño
corre y se enreda
en un diente de león,
que lo alza y eleva,
alejándolo de mis manos,
acercándolo a tu sol.
Cariño libre
que cruza Chacos
para ser, en vos.
Cariño rústico
(el mío)
que se escapa
sigiloso,
de este torpe corazón.

07/10/09

Tú y las palabras (II)

Las palabras son tus manos
tu boca
tu piel
tu respiración fragmentada
que llega a mí.
Las palabras son la cita para encontrarnos
el lugar para compartirnos y convidarnos
espacio ausente de espacialidad.
Las palabras nos salvan
y otras veces nos condenan
desatándonos imágenes
de demonios en la piel.
Y son tan reales como inciertas
las palabras y sus consecuencias
el sentimiento desde donde nacen
y el rincón a donde van a parar.
Nos recorren las palabras
las articulaciones y las concavidades,
el escote oculto y la desnudez del hombro,
las ideas y los pies descalzos.
Van rodando por los misterios
escondiéndose de las precauciones
vistiéndose de fantasía
sembrando tras de sí “al otro”.
En las palabras te veo,
me insinúo, te provoco
siento y advierto que,
con las palabras puedes
curarme el alma
y también,
romperme el corazón.
22/09/09

Tú y las palabras (I)

Las palabras que haces tuyas
se hunden en el alma mía,
entran por mis ojos casi claros
retumbando en mis oídos
dejando ecos de ti al pasar.
Las palabras en tus manos
(que las escriben)
van corriendo por cornisas.
Parecen caer pero vuelan.
Parecen volar pero levitan
y te hacen diferente
(por eso).
Tus palabras en mí,
yo, entre tus palabras
cubierta de significados
desierta de incredulidad.
Con tus palabras despierto
y armo sueños,
y los sueños te arman a ti:
ser construido de verbos conjugados,
de “porques” con razones
carente de circunstanciales de tiempo y lugar.
Tus palabras en ventanas
abren puertas.
Tú y las palabras,
acróbata de los conceptos,
mago de las significaciones,
niño que garabatea en la tierra mojada
olvidado del tiempo y las estructuras
jugando a decir la verdad.

22/09/09

Llegar a ti


Llegar a ti
con una caricia curvada en letras,
circular, envolvente,
rodando por las horas leídas.
Arrimarme a tu esencia
donde la aspereza de tu lucidez
roza mis intensiones
gastando los conceptos y las respuestas;
y la acidez se filtra
por tu cálida sonrisa que ignoro
(pero sueño)
Como las aves, rodearte con mi vuelo.
Aterrizar con un abrazo abierto,
convexo, etéreo,
a modo de paracaídas.
Aterrizar sobre tu paisaje lejano,
tan lejano como latente.
Viajar hacia ti
y dejarte lo que soy:
una palabra,
una sonrisa,
una canción,
aire, energía,
una esquirla caída del sol.

Abajo

Mirar abajo,
al suelo,
al cielo en los esteros.
Abajo el piso firme,
la calma,
los caminos andados.
Abajo,
para ocultar tu alma de los otros,
para enterrar tu rabia con las pisadas.
Con centro en tus ojos
las pupilas giran la mirada
y van abajo,
egoístamente, abajo,
salvándote del mundo,
dejándome sin ti.
Abajo... ahí.

06/09/09
02:10